6.7. Uso correcto de los vídeos en un proyecto transmedia
6.7.5. Vídeos virales
Hacer un vídeo viral es arte, y también implica un gran elemento de suerte, no nos engañemos. Si tuviéramos la fórmula infalible para crear vídeos virales, no estaríamos aquí, sino en alguna playa caribeña, viviendo de los anuncios de YouTube.
Aun así, algunas nociones sobre cómo planear un vídeo viral para dar a conocer nuestro proyecto transmedia sí que las podemos presentar para que las utilicéis como queráis en vuestro propio proyecto.
Un vídeo viral tiene que ser llamativo, original, etc. Sin embargo, todavía más importante es que toda esta originalidad y diversión estén dirigidas a responder a una necesidad o deseo básico de nuestra audiencia.
Un ejemplo formidable son los vídeos de Jason Silva en su canal Shots of Awe. Estos vídeos tienden a ser muy sencillos, muchas veces aparece solo él hablando a la cámara, gesticulando y sonriente, pero su canal tiene más de medio millón de suscriptores porque habla de necesidades concretas de una buena parte de los humanos, por ejemplo, nuestra necesidad de trascendencia, de espiritualidad, sin tener que pasar por ninguna religión en particular.
Estas necesidades y deseos básicos los tocamos mediante las emociones, y de aquí la importancia de transmitir emociones más que conceptos y datos. De hecho, lo mejor es mantener los mínimos datos e informaciones necesarios para entender el mensaje, y dejar que sean las emociones las que finalmente atraigan a nuestros posibles usuarios/clientes.
Nuestro proyecto está probablemente pensado para llegar a una comunidad específica. Es importante que esto esté reflejado también en nuestro vídeo viral. Dicho de otro modo, no se trata de hacer un vídeo viral de aquellos que tienen millones de vistos en YouTube (aunque, bueno, si lo conseguís, genial). Queremos conseguir un vídeo que se haga viral en una comunidad. Esto quiere decir utilizar los recursos visuales, narrativos y temáticos que funcionen mejor en esta comunidad. Necesitamos, así, estudiar sus intereses, manías, frases hechas, celebridades, temáticas queridas y odiadas, y conseguirlos tanto como sea posible para nuestro vídeo. Igualmente, todos los giros, conceptos, posiciones que sean de dominio público para esta comunidad no necesitamos hacerlos explícitos. Ellos ya entenderán qué queremos decir.
Los expertos en vídeos virales para el marketing insisten en que un vídeo así debe responder sobre todo al porqué más que al qué o al cómo.
Explicar el qué o el cómo es dar información, datos. En cambio, si contestamos al porqué de nuestro proyecto, es mucho más fácil explicar una historia. Nuestro público no está interesado en conocer la resolución de nuestras fotografías o el algoritmo de compresión que hemos usado para el audio; básicamente, quiere saber por qué hemos organizado este proyecto y dónde queremos llegar con él.