6.1. Introducción al ecosistema del vídeo en un entorno digital
Hace solo un par de décadas, el vídeo era como un lujo en las comunicaciones en línea. El software que permitía acceder al mismo era complejo de encontrar, y el vídeo resultaba difícil de subir, muy lento de cargar y casi una curiosidad en la Red. Actualmente, cada vez más información nos llega en vídeo, y es el medio de comunicación preferido por una mayoría de usuarios.
Esto no quiere decir que hacer un vídeo sea la solución a nuestros problemas de comunicación. Al contrario, ya hay muchos vídeos, y hechos de manera muy profesional, de forma que un vídeo mal planteado puede ser un obstáculo más que una fortaleza en nuestras comunicaciones. Igual que con la imagen y el audio, necesitamos establecer qué mensaje queremos transmitir, qué público es el nuestro, de qué manera les llegará el vídeo y qué modelo de negocio tenemos en mente.
En el caso del vídeo, es mucho más difícil encontrar estándares claros que en el caso de la imagen y el sonido, por lo cual hemos dedicado algo más de espacio a discutir las diferentes alternativas tecnológicas que están ofreciendo y cuál será mejor en función de nuestro proyecto.
El mismo problema tenemos a la hora de elegir un programa de edición: encontramos muchas alternativas, de diferentes precios, y realmente no hay ninguna que sea la opción definitiva. Esto también dependerá mucho del hardware que utilicemos.
El objetivo de este apartado no es exactamente entender cómo hacer buenos vídeos, sino cómo integrarlos en un dispositivo transmedia, por lo cual dedicaremos un apartado a explicar cómo incrustar vídeo en nuestros proyectos de comunicación, combinándolos con sonido e imagen física.
Tal y como hemos hecho en los otros módulos, hablaremos también de cuestiones argumentativas, retóricas y estéticas, e igualmente discutiremos cuestiones de propiedad intelectual.