3.2. Primera fase: revisión y verificación
Es muy importante dejar claro, antes de avanzar hacia la creación técnica, que los contenidos tienen que cumplir siempre unos mínimos de calidad para poder ser distribuidos de acuerdo con los estándares del mercado. No es extraño ver un gran número de publicaciones digitales, normalmente amateurs, en las que hay muchos errores tipográficos, el texto ha perdido la integridad a la hora de ser digitalizado, o el trabajo –tan habitual en la industria editorial en papel– de los editores, correctores y traductores se ha sustituido de manera chapucera por herramientas digitales: correctores ortográficos, traductores automáticos, etc., con un resultado que es totalmente inaceptable e insuficiente para publicar un contenido comercial.
La primera fase de todo proyecto de producción editorial, del tipo que sea, es el proceso de revisión del contenido y verificación de su integridad, tanto en lo que respecta al contenido textual como a los recursos multimedia: imágenes, vídeo, etc.
- Verificación y corrección del texto original (creación del autor)
- Ortografía
- Tipografía
- Compleción
- Verificación de la integridad del texto digital original
- Pérdida de contenidos
- Saltos de línea no deseados
- Espacios/líneas en blanco
- Estilos heredados de formatos anteriores, etc. (sobre todo, editores de textos)
- Verificación de la integridad de los contenidos extra (imágenes, vídeos, etc.)
- Verificación del formato de los contenidos (¿tenemos los contenidos extra en formatos utilizables en función de la publicación que queremos crear y el sistema técnico elegido?)
- Verificación de la integridad de los contenidos (resolución, tamaño, márgenes, peso, etc.)
Esta primera fase inicial, imprescindible en cualquier proyecto editorial digital, se tendrá que llevar a cabo siempre y de manera independiente del objeto que hay que desarrollar o el formato elegido para hacerlo.
Es muy importante que esta fase sea previa al desarrollo técnico del proyecto.
Si empezamos a editar un contenido que no hemos verificado previamente, y lo transformamos en un lenguaje de marcado semántico como HTML, nos será mucho más complicado verificarlo a posteriori y, muy probablemente, los errores en el texto nos provocarán errores en la creación del código.