7.2. Remediaciones de modelos clásicos
7.2.4. Publicidad (nuevas formas)
La publicidad como modelo de negocio la hemos añadido en los modelos clásicos porque es algo que todos conocemos y que ocupa la mayoría de los espacios de nuestra vida. En la calle, en los carteles publicitarios, en la televisión, en las revistas o diarios en papel, en forma de folletines o trípticos, en los estadios deportivos, etc. La publicidad ha sido, a lo largo de las últimas décadas, un agente comercial muy importante a la hora de promocionar productos e intentar condicionar el comportamiento del consumidor, dirigiéndolo a los agentes o servicios que usan estos modelos para darse a conocer o promocionar su marca.
Este modelo continúa totalmente vigente en el entorno físico actual y, como no podía ser de otro modo, se ha desplazado al entorno digital ocupando diferentes espacios del consumo de contenidos y la venta de productos en línea. Y, a pesar de que este modelo está sometido a fuertes corrientes de cambio y siempre bajo revisión, encontraremos muchas opciones para promocionar productos o dar a conocer un servicio mediante la publicidad en línea.
Las acciones publicitarias pueden ser de diferentes tipos:
- Uso del producto propio para promocionar otras marcas, productos, etc. y obtener ingresos publicitarios. En este caso, se suelen añadir espacios publicitarios fijos en publicaciones y páginas web que muestran diferentes anuncios en rotación, y que nos retornarán ingresos en función de determinados parámetros: el tiempo que mostramos el anuncio, su posición en la web, los clics del usuario, la compra de un producto al que se ha accedido por vía de un anuncio concreto, etc. Los parámetros que hay que tener en cuenta son muchos, y es algo que exige contratar o colaborar con agentes especializados que desarrollen una buena estrategia de marketing, por ejemplo, usando las tecnologías que nos ofrece Google AdSense, que nos permiten añadir anuncios a nuestra página web, blog, portal, etc.
- Uso propio de otros portales: espacios publicitarios en línea, publicidad en los buscadores, en otros productos, etc. En este caso, seremos nosotros como creadores o vendedores de un producto quienes usaremos diferentes espacios publicitarios en línea para obtener una publicidad añadida de nuestros productos y asegurar un flujo de usuarios que, mediante los anuncios, lleguen a la ubicación. En este caso, tendremos que seleccionar qué temáticas o tópicos queremos asociar al producto, vía palabras clave, y definir el anuncio que queremos mostrar. El ejemplo más popular de este tipo de estrategias es Google AdWords.
En los dos casos, como parte de la oferta que contratamos, obtendremos herramientas analíticas de seguimiento que nos permitirán verificar la efectividad de la publicidad y obtener datos muy útiles para conocer bien qué tipos de clientes se interesan por nuestros productos, qué palabras clave nos reportan más usuarios, etc. para afinar y mejorar la estrategia publicitaria que estemos implementando.
Tanto Google como los otros agentes importantes del sector ofrecen apoyo y formación para usar la publicidad en línea, ofreciendo manuales y tutoriales para gestionar nosotros mismos las campañas o apoyo y asesoramiento directo a través de sus agentes comerciales.
Hay que decir que, si bien al inicio de la venta de productos y de la expansión de la web la publicidad fue un agente muy importante, y el simple hecho de usar mecanismos publicitarios en línea tenía un fuerte efecto comercial, poco a poco el refinamiento de los algoritmos de búsqueda y el cambio en el comportamiento de los usuarios (mucho más conocedores del ecosistema comercial digital) hacen que sea necesario desplazar los canales de publicidad a nuevos servicios y planificar estrategias diferentes, menos intrusivas y que no provoquen la animadversión del comprador.