6.2. Cómo organizar un buen proyecto de financiación colectiva
6.2.3. ¿Cuándo tiene sentido llevar a cabo una financiación colectiva?
A pesar de todas las ventajas que acabamos de enumerar, una financiación colectiva no es siempre una buena idea. De manera general, aquí enumeramos algunos de los aspectos que hay que tener en cuenta, aunque, como siempre, la palabra final la tenéis vosotros.
- Salvo que ya seáis unos creadores conocidos, al arrancar una campaña de financiación colectiva es una buena idea disponer de algún tipo de prototipo, tráiler o versión que el posible público interesado pueda examinar antes de decidirse a invertir en vuestro proyecto. Tener en proyecto algo os servirá como prueba de que realmente podréis llevarlo a cabo. No hay nada peor que comprometerse a hacer una cosa a partir de cero y descubrir a medio camino que ciertos aspectos del proyecto no son resolubles a tiempo.
- Siguiendo por esta línea, si es un proyecto en el que son necesarias diferentes habilidades, debemos asegurarnos de que o bien tenemos los recursos y conocimientos suficientes para llevarlo a cabo, o bien disponemos de un equipo de personas con estas habilidades y que están también interesadas en el proyecto.
- Es importante también asegurarse de que habrá algún tipo de comunidad interesada en vuestro proyecto. No hace falta que sea una comunidad masiva. Puede ser una comunidad nicho, pero es importante saber que hay un grupo de personas a las cuales podemos enviar nuestra propuesta y que la recibirán con interés.
- La comunicación vía redes sociales es vital en un proyecto de financiación colectiva. Nos tenemos que asegurar de que entre todos los responsables del proyecto disponemos de suficientes contactos/amigos/seguidores para conseguir una masa crítica que dé a conocer nuestro proyecto a suficientes personas.
- Finalmente, nuestro proyecto debe tener algo destacado, diferente, innovador, cuidado, que lo convierta en especial y haga que los miembros de la comunidad a la que nos dirigimos quiera difundirlo. Quizá es la manera en la que presentáis el material, o unos audios exclusivos, o la implicación de alguien respetado por la comunidad objetivo. No es necesario hacer un proyecto tan innovador que os asegure ganar la próxima edición del Ars Electronica, pero sí es importante incluir algún punto diferenciador.