2.3. Revistas digitales
2.3.1. Formatos y opciones
En el caso de las revistas digitales, la exposición de su ecosistema y de los formatos habituales de creación es mucho más sencilla, puesto que la transición hacia el modelo en línea es casi completa en este caso.
La mayoría de revistas de nueva creación usan el entorno de Red para distribuir contenidos, y en el caso de las revistas clásicas en papel, en la mayoría de los casos, ya ofrecen una reproducción del contenido digitalizado y disponible en línea.
Las revistas digitales son la versión digital de las revistas convencionales y reúnen sus características principales. Una revista es una publicación periódica que, a diferencia de la prensa diaria, profundiza más en el tratamiento de los temas que la ocupan. Pueden ser de distintas temáticas, y todavía las encontramos habitualmente en el quiosco, a pesar de que cada vez en menor medida. En muchos casos, una revista digital puede ser muy similar a los diarios digitales o a algunos blogs, pero normalmente es el tipo de contenido y la manera de tratarlo lo que diferencia a este tipo de publicaciones.
La creación de una revista digital, por lo tanto, dependerá mucho del contenido que la ocupe, puesto que no puede recibir el mismo tratamiento un contenido puramente textual, basado en la investigación y la reflexión en torno a temas concretos, que un contenido eminentemente gráfico basado en las fotografías, el dibujo, etc. Habrá que tener en cuenta la temática de la revista a la hora de elegir qué herramientas, formatos y entornos usamos para publicarla. La periodicidad en la publicación de nuevos contenidos, y el número y tipo de participantes de esta, determinarán también las decisiones técnicas que hay que tomar.
En un primer momento, la digitalización de las revistas se llevó a cabo sobre soportes físicos (CD, DVD, etc.) y, mayoritariamente, en formato PDF. Esto era así porque la descarga de contenidos con añadidos multimedia (imágenes y vídeos principalmente) era muy compleja con las primeras conexiones a la Red, muy lentas, inestables y con un alto cuerpo de conexión. Poco a poco, sin embargo, con el abaratamiento de la conexión a la Red y el aumento de la velocidad de esta, la gran mayoría de las revistas importantes se han desplazado a la Red, de forma que ofrecen contenido en línea, actualizado y accesible desde cualquier dispositivo digital.
De este modo, a pesar de que todavía podemos encontrarnos casos en los cuales los artículos son muy largos, o de lectura pesada, y podemos descargar el contenido de una publicación (generalmente en PDF), en la mayoría de los casos, ya sea con un gestor de contenidos propio (CMS, del que hablaremos posteriormente) o con alguno de los portales de publicación en línea, como Google Play Kiosco, el contenido de una revista digital estará disponible en línea y, por lo tanto, usará herramientas y lenguajes propios de la web.
Formatos y opciones para las revistas digitales
Tal y como hemos dicho, aquí el proceso de elección será mucho más sencillo. Hay que plantear dos consideraciones iniciales a la hora de tomar la decisión sobre el formato o el entorno en el que publicar una revista digital:
- Determinar si queremos publicar el contenido directamente en línea, con una web o un gestor de contenidos, o si queremos que esté disponible para descarga y lectura fuera de línea. Esta decisión es crucial, porque las aproximaciones técnicas son muy diferentes en cada caso. Si necesitamos un archivo de descarga, y esta es la única vía en la que ofreceremos el contenido, tendremos que usar software que nos permita encapsular el contenido en un solo archivo descargable y legible por la mayoría de los sistemas operativos actuales. Si, al contrario, publicamos el contenido en línea, usaremos software para la web que nos ayude a construir un portal accesible y disponible en la Red.
- Determinar, en función del contenido sobre el que verse la revista, cuál es el entorno técnico que encaja mejor con el objetivo de la publicación. Tomaremos esta decisión teniendo en cuenta si la publicación puede ser reflowable, y adaptarse al tamaño de la pantalla y el software lector modificando la ubicación de los elementos unos respecto a otros o si, al contrario, necesitamos una posición y relación fija entre el texto y las imágenes para transmitir correctamente el mensaje (fixed layout).
En la mayoría de los casos, la respuesta a las dos preguntas anteriores nos llevará directamente al uso de los lenguajes web y a entornos de software pensados para trabajar con contenidos en línea.
Veamos a continuación las opciones más habituales para crear revistas digitales. En este caso, sin embargo, a pesar de que mantenemos la nomenclatura de formatos, veremos rápidamente que algunas de las opciones no son formatos sino aplicaciones informáticas.