6. Formatos de vídeo y su uso

6.8. Propiedad intelectual

6.8.4. La propiedad intelectual en las redes sociales

Hay muchas leyendas sobre la maldad intrínseca de grandes empresas como Facebook, Twitter o Google (esto no significa que no sean intrínsecamente malvadas, pero sería otro tema que no forma parte de este texto). Una muy extendida es la idea de que las redes sociales son propietarias de todo el material multimedia que subimos. Si uno busca por internet, es fácil que encuentre declaraciones terroríficas sobre Facebook, Twitter o Google en las que se otorga la propiedad intelectual de las imágenes, sonidos y vídeos que subimos a sus plataformas.

La realidad es técnicamente más compleja: el derecho que se autoadjudican empresas como Facebook relacionadas con las imágenes y vídeos que subimos es a poder mostrarse dentro de la aplicación. En ningún momento les da derecho a ofrecer estas imágenes a terceros para que las usen en sus propios proyectos. La única manera en que un tercero puede acceder legalmente a nuestras imágenes es si nosotros le damos un permiso explícito desde la aplicación de Facebook.

Otro aspecto importante de estos tecnicismos legales es que Facebook puede ceder a un tribunal imágenes que hemos subido a su plataforma, si hay una orden judicial que obligue a Facebook a hacerlo.

De todos modos, antes de subir cualquier proyecto transmedia vuestro a una plataforma de un tercero, os tenéis que asegurar de leer los términos y condiciones en letra pequeña y que no están cediendo derechos vuestros por un plato de lentejas o unos pocos seguidores que os den me gusta.

Evidentemente, el hecho de que nadie pueda acceder legalmente sin vuestro permiso a las imágenes que subís a una red social no significa que no pueda hacerlo ilegalmente. De aquí la necesidad de tomar algunas precauciones.

La más básica es no subir una imagen, un audio o un vídeo con más resolución de la estrictamente necesaria. Esto, además de hacer que todo vaya más rápido y fluido, hará más difícil que se reutilice, puesto que no tendrá la calidad suficiente. Esta es otra razón para cuidar los formatos en los que subimos nuestros proyectos a la Red.

Si no consideráis suficiente esta medida, no hay nada más sencillo que crear una marca de agua para proteger vuestras imágenes y vídeos. Para añadir una marca de agua en una imagen, entrad a Photoshop, Gimp o vuestro editor de imágenes favorito y marcad la imagen con un par de líneas diagonales haciendo una X. Usad un tamaño de pincel fino para no estropear la imagen. En internet hay programas para eliminar estas marcas, pero un pirata casual seguramente dejará vuestras fotos tranquilas e irá a buscar otras víctimas. Para añadir una marca de agua en un vídeo, utilizad la opción de añadir texto o una imagen, arrastradlo sobre la pista de vídeo que queréis proteger, id a «Efectos» y reducid la opacidad al 40 %.