3.2. Cuerpo o tamaño de texto
Uno de los errores más comunes al componer textos es formatear el cuerpo o tamaño del texto principal demasiado grande o demasiado pequeño. Hay que tener muchas consideraciones en cuenta a la hora de ajustar el tamaño del texto en una publicación:
- ¿Es impresa o digital?
- Si es digital, ¿qué resolución tiene la pantalla donde se va a leer?
- ¿A qué distancia se va a leer?
- ¿A qué tipo de público va dirigida?
- ¿Qué condiciones de luz tenemos?
No hay reglas claras que nos guíen a la hora de determinar el tamaño de un texto en función de estas preguntas, pero existen recomendaciones orientativas que pueden resultar útiles. Por ejemplo, para determinar el tamaño de la fuente en diseño web, se dice que se puede tomar como referencia un tamaño equivalente al que tendría el texto de una novela en papel si la sostenemos a la distancia de un brazo (siempre que no tengamos problemas de vista).
En líneas generales, los cuerpos de texto para lectura en publicaciones impresas están entre 9 y 12 puntos tipográficos, mientras que, para las pantallas, hoy en día los textos suelen componerse a un tamaño entre 18 y 22 píxeles para desktop y 16 píxeles para versión móvil. Pero estas cifras solamente son orientativas. Tendremos que elegir también en función del diseño de la tipografía, valorando especialmente aspectos como el ojo medio y el grosor de sus trazos.
En el ejemplo componemos un texto en Georgia y Merriweather a un mismo tamaño y cromatismo. Observamos que Merriweather luce más grande y pesada debido a su diseño y proporciones y pese a estar ambos textos compuestos con los mismos valores de tamaño e interlineado (12/19 puntos). Eso le confiere a Merriweather una mayor presencia en la página.
Conclusión
No se debe hacer un cuerpo de texto demasiado grande ni demasiado pequeño. Se usa un mínimo de 9 puntos para publicaciones en papel y un mínimo de 16 píxeles para publicaciones en pantalla. Hay que tener en cuenta que hay tipografías (como la Merriweather) que aparentan ser más grandes de lo habitual por sus características morfológicas.