1.2. Caligrafía
1.2.3. La letra itálica
Una de las dos ramas en que derivará la minúscula carolina es la itálica, o humanística, que supone la escritura característica del Renacimiento. Con rasgos más abiertos, proporciones más condensadas y caracteres ligeramente más estructurados, la letra itálica recupera de forma natural las mayúsculas romanas y hace evolucionar la minúscula hacia formas que se pueden ejecutar más rápidamente.
La itálica, conocida históricamente como cancilleresca, es el origen de la tipografía cursiva (del latín cursus, ‘correr’), que no debería ser confundida con la versión inclinada de una tipografía.