3.5. Equilibrio del párrafo
Al igual que en diseño, en general, existen algunas buenas prácticas en tipografía, pero no son leyes inquebrantables. A menudo estas buenas prácticas se materializan en forma de rangos numéricos que deberíamos usar (como hemos visto para la longitud de línea), pero elegir valores dentro de esas horquillas recomendadas es algo que solo podemos dominar con tiempo y práctica. El ojo necesita su tiempo para poder llegar a detectar esas sutiles diferencias y detalles que hacen que un párrafo funcione mejor que otro.
Así pues, no podemos aportar valores definitivos para el párrafo perfecto porque hay millones de combinaciones válidas. Lo que sí podemos hacer es aportar algunos ejemplos que servirán de ayuda al ojo tipográfico. En los siguientes ejemplos componemos el texto en Merriweather, una tipografía serif gratuita y de código abierto, disponible en Google Fonts.
Esta primera composición de párrafo es equilibrada, ya que hay un buen balance entre tamaño de letra, interlineado y ancho de línea. Vemos que la relación entre el cuerpo de texto (12 puntos) y el interlineado (19 puntos) no es menor al 130 % ni mayor al 170 %, que es el rango habitual recomendado. Lo mismo ocurre con el ancho de línea, que se encuentra dentro de la horquilla de entre 45 y 75 caracteres.
En este caso las líneas de texto son demasiado largas. Para arreglarlo podríamos, o bien reducir el ancho de la caja de texto, o bien ampliar el tamaño del tipo y la interlínea. Cabe destacar que la cantidad de caracteres dentro de una línea es 92, que se encuentra fuera del rango orientativo (45-75).
Lo que falla en este párrafo es el espacio entre líneas, o interlineado. Como se puede observar, las líneas del texto se empiezan a desvincular unas de otras en exceso. Mejoraría ampliando la anchura de línea y el tamaño del tipo, aunque sería más sencillo reducir el espacio entre líneas. Se puede ver que el valor de interlínea es un 200 % mayor al del cuerpo, un valor que está fuera de la horquilla recomendada (130 %-170 %).
Aquí el tamaño de la fuente es excesivo y el interlineado demasiado ajustado para el ancho de línea que tenemos. Para arreglarlo, deberíamos reducir el cuerpo del texto, o bien aumentar el interlineado y la anchura de la columna. Si nos fijamos en los valores, tanto la relación entre el tamaño del texto y el interlineado como los caracteres por línea se encuentran fuera de los rangos recomendados.
Conclusión
Los tres factores cruciales a la hora de maquetar un párrafo perfectamente equilibrado son: tamaño de la fuente, espacio entre líneas y anchura de línea. Hay que recordar que los tres elementos deben ser tratados a la vez para conseguir párrafos fáciles y cómodos de leer.