3.4. Espacio entre líneas
Muchos diseñadores piensan en el espacio entre líneas como una característica aislada, así que tienden a ajustarla basándose en lo que les parece correcto. Esto provoca que, en muchas ocasiones, el espacio entre líneas (o interlineado) se acabe disponiendo de una forma poco meditada.
Lo cierto es que la longitud de línea afecta al espacio entre líneas y viceversa. Cuanto más largas sean las líneas, más interlineado se requiere. El tamaño del tipo también afecta al espacio entre líneas, así como el color y el grosor de la fuente. De hecho, incluso el diseño de la tipografía es determinante a la hora de ajustar el espacio entre líneas.
Casi todos los programas informáticos de diseño gráfico utilizan un interlineado predeterminado del 120 % de la tipografía. Es decir, una tipografía a 10 puntos se compone por default con una interlínea de 12 puntos, una letra de 12 puntos implica un espacio entre líneas de 14,4 puntos, etc. Pero no tenemos que conformarnos con estos valores ni darlos por buenos; de hecho, en la mayoría de casos, ese 120 % es insuficiente para texto corrido. Como normal general, se aplica entre un 130 y un 170 % de interlineado.
De nuevo, como hemos visto en el apartado de la longitud de líneas, no conviene un espacio entre líneas muy ancho ni muy estrecho. Un texto compuesto con una interlínea escasa incomoda al ojo porque no deja respiro, de modo que nos puede hacer perder el hilo con facilidad. Por otra parte, un texto compuesto con una distancia entre líneas demasiado amplia crea una estructura de franjas que distraen al lector del contenido.
El interlineado en titulares merece una atención especial. Los títulos suelen ser mucho más cortos, de modo que necesitan menos espacio entre líneas para que se perciban como un bloque y no como líneas independientes. Es muy habitual ver estos casos en todo tipo de publicaciones y es debido a que el tipógrafo no ha modificado los valores predeterminados de su programa.
Por ejemplo, en comparación con otras lenguas, en alemán hay muchas más palabras que se escriben con la primera letra en mayúscula. Así que en este caso el espacio entre líneas debería ser ligeramente superior a como lo configuraríamos en inglés, por ejemplo. Lo mismo ocurre con lenguas con una alta frecuencia de caracteres con acentos diacríticos (ö, â, ž, ś).
Conclusión
El espacio entre líneas tiene una importancia capital a la hora de maquetar textos bien equilibrados. Los aspectos que se deben tener en cuenta al ajustar el interlineado son el diseño de la tipografía, la longitud de las líneas y también el idioma del texto.