2.4. Fuentes para titulares frente a fuentes para texto
El texto que se presenta tanto en medios impresos como en medios digitales lo podemos dividir en dos grandes grupos con dos objetivos muy diferentes:
- Titulares. Suelen ser frases cortas que encabezan diferentes niveles de secciones.
- Cuerpo de texto. Es lo que de forma común conocemos como texto corrido o texto principal.
Si necesitamos diseñar una pieza con diferentes niveles de aplicación tipográfica podemos optar por emplear una sola familia de fuentes, usando para ello las diferentes variantes de inclinación, peso o ancho, o podemos emplear una combinación de varias familias para diferenciar gráficamente todos los elementos del contenido.
Los titulares son a nivel visual lo primero que se lee, y es por eso que deben reflejar una importancia relativa respecto al resto del conjunto del diseño.
Otros elementos de lectura rápida, como los destacados o las listas, pueden y deben guardar semejanza con los titulares o textos principales. Usando la tipografía para señalar los diferentes niveles de información, el diseñador ayuda al lector a viajar por el documento y decide el orden de lectura, el ritmo y el contenido donde desea que el lector se detenga.
Las fuentes display están diseñadas con un objetivo de uso, principalmente para titulares. Sus formas complejas y sus proporciones extremas las hacen fatigosas para los textos extensos.
El diseño de algunas tipografías está planteado para su uso exclusivo en cuerpo de texto o texto de lectura. Estas fuentes se desarrollan con el objetivo de una buena lectura y es por eso que las formas suelen ser sutiles, depuradas y con unos espaciados muy bien trabajados para que la sensación de uniformidad sea constante.
Las fuentes para texto suelen contener multitud de pesos y variantes para poder jerarquizar bien la información. En algunos casos contemplan detalles atractivos y es por eso que pueden llegar a ser óptimas para su uso en titulares, aunque estos casos no son tan evidentes como las fuentes display.