3. Los seis sencillos pasos del TFG

3.1. Definición y justificación

Este paso tiene como objetivo elaborar una propuesta y definir el tema del trabajo de manera clara, así como explicar por qué se ha escogido, es decir, su justificación, relevancia y la motivación que os ha llevado a esta elección. ¿Qué tema quieres explorar y por qué? ¿Cuáles son los objetivos o hipótesis que enfocarán la investigación y el desarrollo del trabajo? ¿Habrá un producto final como resultado de la investigación?

Se trata de una fase esencial que tal vez os puede llegar a generar ansiedad o bloqueo al tener que enfrentaros a la «página en blanco». Sin embargo, tened en cuenta que los consultores y tutores os van a guiar para que podáis seleccionar un tema con el que os sintáis a gusto y con el que podáis desplegar vuestras inquietudes. La originalidad está muy valorada y, si os guiais por el plan docente, seguro que, estos años, ha habido temas o proyectos más afines a vosotros a los que querríais dedicarle todo este tiempo y esfuerzo. Por otro lado, también es el momento de elegir el tipo de trabajo: profesionalizador, investigador o de creación artística.

Las preguntas son la esencia del TFG, tanto para abordar la cuestión y el tema como para entendernos a nosotros mismos y dar en el clavo en nuestras elecciones. El origen de todo conocimiento es la pregunta, así que es importante que os hagáis muchas al inicio y que seáis muy curiosos e inventivos durante las primeras aproximaciones al TFG.

Haceros preguntas para elegir el tema

  • ¿En qué área de las que hemos tratado en el grado he disfrutado más? (Contexto, expresión, comunicación, tecnología, métodos, creación digital, inglés…).
  • ¿Qué asignatura me ha despertado más la curiosidad?
  • ¿Qué técnicas de las aprendidas me gustaría desarrollar más?
  • ¿Me atrae el enfoque learning by doing a través de proyectos propios o me gusta más leer e investigar y hacer hipótesis?
  • ¿Quién es y cómo es nuestro target de usuarios?
  • ¿Qué quiero aportar y a qué tipo de público?
  • ¿El tema contribuye al avance de un campo del saber que me interesa o de mi profesión?
  • ¿Es útil para mi inserción laboral o la ocupación a la que aspiro?
  • ¿El tema puede ser útil para la sociedad?
  • ¿Es original y atractivo?

No partís de cero, tenéis mucha experiencia acumulada durante estos años de grado, así que la elección del tema podréis hacerla perfectamente. Por otro lado, quizás a medida que avancéis en las siguientes fases, os veáis en la tesitura de redefinir el tema. El TFG es como un organismo vivo, es un proceso. Aunque no es bueno estar constantemente cambiando de tema, podéis permitiros algo de flexibilidad al inicio. Si, durante la fase de elaboración, vuestra tema ha de verse un poco modelada o matizada, lo podréis hacer.

Haced una lluvia de ideas

Seguro que ya tenéis experiencia con esta clásica y famosa estrategia. Coged boli y papel y empezad a listar posibles temas, sin darle muchas vueltas y anotando de manera automática todo aquello que se os ocurra y os interese.

Cuando tengáis unos cuantos temas apuntados, podéis empezar a profundizar un poco en cada uno de ellos, en sus posibilidades y en su interés, analizando sus puntos fuertes y sus puntos débiles. En este sentido, la técnica DAFO os puede ser útil. Se trata de elaborar este pequeño esquema de cada tema con los aspectos que condicionarán escogerlo:

Cuando tengáis delimitado el tema en el que quieres basar vuestro TFG, habréis acabado esta primera fase. Adicionalmente, podríais identificar los conceptos, términos y palabras clave que conforman el título y marcan el territorio de vuestro estudio y que os podrán ayudar a ponerle título al TFG a posteriori. Por ejemplo, si vuestro TFG tratara de un rediseño de una revista en línea, algunos conceptos clave podrían ser: comunicación, editorial, diseño, contenidos, branding.