4.6. Espacio color
4.6.2. Formato de archivos para trabajos digitales
Siempre que trabajamos con imágenes, lo más habitual será tratar con imágenes JPEG cuando su uso esté destinado a ser visualizado en pantalla, y con TIFF cuando se tengan que imprimir en papel o sobre otros tipos de soporte fuera del ámbito digital.
El archivo JPEG es un formato muy habitual, pero debemos saber que la información que almacena es limitada y nos da pocas posibilidades de mejora sobre la imagen. En cambio, los archivos RAW son el formato de captura para las imágenes fotográficas digitales de alta calidad. Los archivos RAW permiten almacenar una gran cantidad de información de color. Los archivos RAW no tienen pérdidas, dado que contienen toda la información presente en el momento de hacer la fotografía y esto es muy valioso, ya que nos permite modificar cualquier parámetro y obtener diferentes resultados. Este es un formato especialmente pensado para editar la imagen y, posteriormente, guardarla en un archivo más compacto para llevarlo a imprimir, que se denomina TIFF.
La imagen para trabajar dentro de la maquetación de un documento estará guardada para imprimir como un archivo RGB, pero cuando se tenga que enviar el documento para imprimir se preparará un documento en PDF con la maquetación y disposición de las imágenes, y tantos archivos como imágenes haya en formato TIFF CMYK (ocho bits/canal), que corresponde exactamente a treinta y dos bits desglosados en ocho para cada canal: ocho bits para el cian, ocho para el magenta, ocho para el yellow (amarillo) y ocho para el black (negro), que el impresor utilizará en el documento de impresión.
Hay otras opciones de archivo que forman parte del proceso de trabajo del diseño gráfico con propiedades útiles para diferentes requerimientos: