8.3. Gráfica televisiva y cabeceras
Los inicios de la televisión significaron un importante empuje para la introducción del diseño gráfico en los medios audiovisuales; los primeros diseñadores gráficos llegaron a la BBC antes del inicio de sus emisiones comerciales en 1936, para diseñar los logotipos de la cadena y su desarrollo en los incipientes elementos de continuidad, así como las cabeceras de los programas de la misma. También el desarrollo de la publicidad asociada a las emisiones televisivas fue un importante terreno de desarrollo del diseño gráfico, que ya con una cierta historia de instauración en los medios estáticos de comunicación, se iba introduciendo en la imagen en movimiento. La creación de la televisión significó una fuerte penetración del audiovisual como medio de comunicación, con la irrupción de la misma en muchos de los hogares.
La proliferación de cadenas televisivas, públicas y privadas dentro de los países, llevó a una fuerte competencia por las audiencias entre ellas, de manera que la identidad visual se convirtió en un elemento determinante a la hora de construir la personalidad de cada una de ellas y así intentar identificarse con los públicos potenciales a los que se dirigían. La programación de las cadenas ocupaba la parte central del día (antes del nacimiento de la emisión de 24 horas), de manera que la emisión tenía un inicio y un final y eran momentos tanto de presentación como de despedida de la cadena con su público, con la consiguiente creación de identidad visual. Las cadenas iniciaron su andadura con un perfil generalista, dirigiéndose a públicos muy amplios hasta que empezaron a convivir con las cadenas especializadas en temas específicos, las cuales podían dotarse de unas estéticas más específicas y ser más incisivas en los elementos identificativos de las mismas.
Un aspecto destacado común de las cadenas generalistas fue la apuesta por los informativos, centrados en los horarios de mediodía y noche, coincidiendo con las horas habituales de las comidas. Estos programas de gran audiencia fueron a menudo dotados de importantes apuestas visuales tanto en las cabeceras como en sus contenidos. Uno de los aspectos más destacados de estos proyectos visuales fue la creación de la infografía, entendida como el uso de elementos gráficos para la construcción personalizada de las noticias y como contribución determinante en la asimilación de las mismas por parte del público.
CBS
La CBS, nacida como cadena radiofónica en 1927, fue una de las tres grandes cadenas de televisión de los Estados Unidos, junto con la ABC y la NBC, y que todavía perviven. Son un claro ejemplo de la fortaleza de la imagen gráfica en la construcción de la identidad visual.
Un aspecto muy significativo de la televisión, por lo que a imagen se refiere, es que la tecnología asociada a la misma, especialmente la llamada mesa de mezclas, permitía a los distintos programas, ya fuera en directo o previamente grabados, constituirse a menudo en imagen compuesta. Así, la imagen de televisión, a semejanza de la cinematográfica, también pasó a utilizar la imagen compuesta. Si bien a menudo esta composición de la imagen televisiva se alcanzaba de manera imperceptible para el espectador, a semejanza de lo que ocurría en el cine, en otros casos la ruptura del espacio tridimensional era claramente mostrada. Por ejemplo, cuando en una pantalla se unían la imagen del presentador de una noticia al mismo tiempo y en otro espacio de la pantalla se situaba la imagen de un corresponsal situado a mucha distancia, es evidente que ahí también se estaba rompiendo la tridimensionalidad homogénea del espacio de la imagen.
La imagen gráfica de los canales de televisión fue adquiriendo importancia como una de los medios más consistentes para dar al flujo audiovisual, propio de una emisión televisiva continuada, un sentido de unidad y de pertenencia. Buena parte de los productos emitidos por una cadena televisiva han sido creados externamente y cada uno posee su propia identidad. Las cadenas necesitaron desarrollar un fuerte programa gráfico que diera continuidad y sentido de pertenencia a toda la amalgama de productos emitidos. La introducción de la imagen gráfica en el bucle audiovisual se introdujo por numerosos medios, utilizando la imagen gráfica para la construcción de una identidad visual propia, ya fuera en forma de cabecera, separadores, elementos de continuidad, infografía, autopromociones, etc.
La tipología de motion graphics más característica de la televisión son las cabeceras de los programas, de los cuales recogemos algunas de las más relevantes muestras:
- Rod Serling (1959). The Twilight Zone.
- Ken Mundie (1965). The Wild Wild West.
- Sandy Drove (1979). Eischied.
- Colossal Pictures (1985). The Twilight Zone.
- Barbara Laszewski (1988). Hey Vern, It’s Ernest!.
- Pat Gavin (1989). Agatha Christie’s Poirot.
- Penelope Gottlieb (1989). Saved By The Bell.
- Mark Pellington (1993). Homicide: Life on the Street.
- Danny Yount (2001). Six Feet Under.
- Joost Korngold/Renascent (2007). Odyssey in Rome.
Odyssey in Rome

Es una buena muestra de cómo el espacio puede convertirse en protagonista de la imagen. Un espacio impreciso y ambiguo que no se corresponde con la experiencia que tenemos del espacio a partir de la experiencia vital. Este es un espacio mental en el que las relaciones se establecen sobre la base de coordinaciones entre los distintos elementos que lo componen y que responden a criterios estéticos.
Las imprecisas formas que se suceden apenas mantienen relaciones entre ellas más allá de ciertas constantes que se repiten: tipografía, colores, formas, etc. El esquema espacial no hay manera de traerlo hacia nuestra experiencia vital, de otorgarle tridimensionalidad, y uno debe «conformarse» con la experiencia estética que se ofrece.
El espacio apenas mantiene constantes que lo estructuren. Sin embargo, existe un negro que ocupa el fondo que se vislumbra entre los fragmentos de imágenes que van cambiando. También hay una tipografía que aparece en primer término con los créditos del documental. Entre ambos términos, en una mínima expresión de figura y fondo, se encuentra un complejo entramado de estímulos visuales que se agitan y se desplazan para transmitir sensaciones visuales.