8.1. Introducción
Por desgracia, para los interesados en los motion graphics no existe todavía ningún museo, ni físico ni virtual, donde poder visualizar de una forma más o menos ordenada los más importantes vídeos que ha producido a lo largo de su historia. Lo más parecido a ello que existe es la web «Art of the title», donde se recogen básicamente títulos de crédito y entre ellos se encuentran los más importantes de su historia. Sin embargo, no ocurre lo mismo por lo que se refiere a las otras tipologías de los motion graphics como la publicidad televisiva, la imagen de las cadenas televisivas, las cabeceras de los programas de televisión, los videoclips, etc. Ninguno de ellos dispone de un lugar donde estén recogidos desde sus inicios y puedan consultarse, más allá de lo que se encuentre, sobre todo, en Vimeo o YouTube. Tampoco existe una catalogación historiográfica y mucho menos una crítica solvente que la haya catalogado. Forma parte de la volatilidad que parece haberse apropiado de parte de la imagen inmaterial, esto es, una parte de la recentísima cultura audiovisual ya corre el riesgo de convertirse en invisible e incluso de perderse. Es también significativo de la fragilidad del reconocimiento concedido a los motion graphics como género audiovisual.
La exposición «Art i cinema, 120 anys d’intercanvis» (2017) y su correspondiente catálogo dieron una muy interesante muestra de la riqueza de las relaciones e influencias mutuas, en un sentido u otro, que diversos artistas han establecido entre ambos campos de la creación desde los inicios del cine hasta nuestros días. Lamentablemente, los motion graphics no aparecieron reflejados en ningún sentido, ni siquiera al tratar los años en que la tecnología digital ya estaba plenamente vigente, como si no fueran una consecuencia de esta relación, como aquí se está poniendo de relieve. Es una buena muestra del desdén de la crítica artística hacia los motion graphics, o bien una muestra de cómo la crítica no sabe cómo aproximarse al arte en movimiento, algo que más pronto que tarde tendrá que ser subsanado.