6.1. Las vanguardias artísticas
La formación de los motion graphics fue el resultado de un proceso que se alimentó de un nuevo marco conceptual de la imagen nacido a principios del siglo xx y en el que las vanguardias artísticas coincidieron en concentrarse en la demolición los cimientos del realismo. Cada una a su manera, al mismo tiempo que construían alternativas –desde enfoques distintos–, fueron poniendo el acento en crear alternativas al espacio del punto de vista único que, heredado del Renacimiento, había encorsetado la imagen a una determinada visión del espacio. Si bien la tecnología del cine había significado la introducción de la imagen en movimiento, lo hizo imponiendo el modelo de punto de vista único a la imagen y la linealidad temporal.
En un proceso paralelo al del nacimiento del cine, pero conceptualmente en contradicción con él, las vanguardias artísticas estaban demoliendo los cimientos de la perspectiva como medio de representación del espacio de la imagen. Hacían propuestas de nuevas relaciones espacio-temporales en la imagen, por medio de distintas expresiones: la descomposición en diferentes planos del cubismo; la expresión del movimiento en el futurismo y en el dadá, concretamente en Desnudo bajando una escalera, de Duchamp (1912); la convivencia de espacios y tiempos distintos en el collage; y la realidad irreal del surrealismo.
Wassily Kandinsky

Con la introducción de la abstracción en la pintura, el arte prescindió definitivamente del espacio tridimensional, de la representación de la imagen asociada al espacio propio de la visión. La imaginación tomaba con ello el protagonismo para el artista y la participación del público en la interpretación de la obra adquiría un papel determinante.
Además de artista, Kandinsky fue un notable teórico de la imagen y expresó sus ideas en un par de libros. En De lo espiritual en el arte (1911) puso por delante la intuición del artista para expresar el espíritu de su tiempo y expresar el mundo interior que, según él, se encontraba relacionado con la música y el ritmo. En sus reflexiones, ponía de relieve la relación de la imagen con el tiempo, pero no como tiempo narrativo sino en relación con la abstracción.
En Punto y línea sobre el plano (1926), expresó nuevas ideas que profundizaban las relaciones de la imagen con el tiempo y el espacio. Consideró que la separación entre música y pintura era cada vez menos clara, así como la separación entre tiempo y espacio que las caracterizaba mutuamente. Por otro lado, expresó la idea de la inmaterialidad del espacio abstracto, así como su imprecisa profundidad, lo cual establecía conexiones con el espacio virtual que estaba por llegar. Sus reflexiones significaron una gran aportación teórica sobre las consecuencias de la ruptura con el espacio tridimensional y la consecuente abstracción que se estaba introduciendo en la imagen en movimiento.