Proyecto II: Diseño editorial


Isabel García Fernández PID_00267223

7. La portada

7.1. Importancia de la portada

La portada es la pieza más importante de toda publicación. Su función es llamar la atención sobre el lector, y hacer de escaparate de los contenidos de la publicación. La portada ha de resumir el contenido de manera clara, y conseguir impactar en el observador para provocar una intención de compra. La creación de la portada es uno de los procesos más complejos en diseño editorial. La teoría dice que debería ser el punto de partida de todo proyecto, pero la práctica nos enseña que definir una portada que condense a la perfección el espíritu del producto es más fácil cuando el proceso de diseño se encuentra en un estado avanzado.

La portada será el estandarte de la publicación, un elemento reconocible número a número, en el que el espíritu y la personalidad de la publicación se vean plasmados.

«Las portadas intentan conectar con nuestros valores, sueños y necesidades. No es sorprendente que aspiren a tomar una forma casi humana: nos “hablan” con los titulares, y se encarnan en personas y personajes que se nos quedan mirándonos, aunque sea a través de los ojos de una fotografía.» David Crowley, Magazine Covers.

En estos ejemplos de distintivas cabeceras (muy diferentes entre sí), podemos ver el impacto que puede conseguir el contacto visual con la imagen de portada.

Yolanda Zappatera, en su libro Art direction + editorial Design, se refiere a la portada de una revista en estos términos: «La portada tiene que ser muchas cosas para mucha gente. El editor tiene que creer que vende. Tiene que llamar la atención del lector por encima de sus competidores. Debe resultar familiar a los lectores habituales, pero lo suficientemente diferente como para que se note que es un número nuevo. Tiene que buscar a nuevos lectores, pero sin alienar a los lectores existentes. Tiene que expresar el potencial, el carácter, el contenido interior de la revista, y tiene que animar a los lectores a abrir las páginas.»

En este ejemplo, podemos ver varios ejemplares de la revista W. Podemos observar cómo la línea de diseño, la composición y el estilo son los mismos, de manera que se crea una estética muy reconocible. Sin embargo, cada número tiene su atractivo propio.

La portada no solo dice cosas de la revista. También habla de nuestros intereses como consumidores, etiqueta al observador que la compra.