Proyecto II: Diseño editorial


Isabel García Fernández PID_00267223

5. Trabajar con la retícula

5.3. La construcción de la retícula

Al comienzo de un trabajo, lo primero que debemos tener en cuenta en un ámbito técnico para poder crear nuestra retícula es el tamaño del proyecto que vamos a hacer. Este formato será el punto de partida en nuestro proceso de creación. La retícula debe ser una concepción específica para cada trabajo. Todas las plantillas de una revista deben tener la misma retícula (salvo que, en secciones distintas, varíe por especificaciones del diseño). Esta retícula nos ayudará a definir el producto, su personalidad y sus características propias. También nos ayudará a resolver los problemas de organización de elementos que vayan surgiendo a lo largo del desarrollo del trabajo.

Para poder construir una retícula, debemos recurrir a sencillos cálculos que nos ayuden a repartir el espacio. Supongamos que la altura de la columna es de 52 líneas, y queremos que haya 4 campos reticulares por columna, que serán exactamente del mismo tamaño y tendrán el espacio de una línea vacía entre ellos a modo de separación. De las 52 líneas totales que tiene nuestra columna, debemos restar las 3 líneas de separación necesarias para los cuatro módulos, por lo que nos quedarían 49 líneas para crear los campos. De la división de 49 líneas disponibles entre 4 campos reticulares, nos resultan 12,25 líneas para cada hueco. Puesto que no es posible dividir una línea tipográfica en 0,25, buscamos el número inmediatamente inferior que sea divisible entre 4. El resultado que buscamos es 48, que dividido por 4 nos da un resultado de 12. Cada campo reticular estará compuesto, pues, por 12 líneas. De este modo, si ajustamos la columna, contando los 4 campos de reticulares de 12 líneas cada uno, más las tres líneas vacías de separación, nos dará una altura correcta de columna de 51 líneas.

Ahora deberemos calcular cuántas columnas vamos a colocar en nuestro diseño. Cuatro columnas de 51 líneas cada una, con 16 módulos reticulares en total. Los módulos reticulares pueden unirse entre sí para dar lugar a nuevos módulos de mayor tamaño.

Una vez definido esto, deberemos comprobar si la proporción del espacio de los márgenes es adecuada, teniendo en cuenta el tamaño de la página. Si no nos agrada el resultado, deberemos comenzar de nuevo con el cálculo, variando el alto de columna determinado por el número de líneas.

Debemos tener en cuenta que el margen interior de nuestro diseño deberá ser un par de milímetros mayor que el exterior, ya que una revista pliega en el centro.

«El espacio en blanco debe ser considerado un elemento activo, no un fondo pasivo» (Jan Tschichold).

Es importante tener claro qué tipografías vamos a usar a la hora de construir nuestra retícula, ya que, como vimos anteriormente, no todas las tipografías responden igual a un mismo cuerpo ni tienen el mismo alto o ancho, por lo que deberemos determinar el interlineado adecuado para esa tipografía y, en consecuencia, el número de líneas necesarias en la columna. El texto general, el que tendrá mayor extensión en la página, es el más importante para tener en cuenta a la hora de llevar a cabo estos cálculos.