Proyecto II: Diseño editorial


Isabel García Fernández PID_00267223

2. Las tipografías

2.5. Elegir tipografías para nuestro proyecto

Ponerse manos a la obra en la selección de tipografías para un proyecto puede ser realmente extenuante. La manera más inteligente de comenzar un proyecto es trabajar con tipos que conozcamos y cuyo uso más adecuado tengamos más o menos claro: empezar desde lo más básico para, poco a poco, ir enriqueciéndolo. La base esencial del trabajo con tipografía es ir probando, experimentando y, sobre todo, abrir los ojos al mundo para ir decodificando todas las letras que hay ahí fuera. Entender su uso y asimilar su potencial.

Tener un criterio tipográfico bien formado es difícil, ya que requiere experiencia y dedicación. Por ello, mi consejo es comenzar construyendo una base tipográfica sencilla, sustentada por las normas básicas que hemos repasado y, así, ganar en seguridad y lograr un diseño satisfactorio.

Nuestro proyecto requiere unas tipografías elegantes, con cierto corte clásico, porque queremos movernos en el ámbito de la gama alta. Queremos un texto cómodo de leer, porque habrá reportajes que tendrán una extensión larga. Sin embargo, también queremos resultar modernos, así que intentaremos buscar tipografías que nos permitan ser flexibles en el diseño, con las que podamos jugar para llevar a cabo combinaciones estéticas.

Nuestro objetivo es:

  • Elegir una tipografía para el cuerpo de texto que tenga buena legibilidad y que sea elegante. Para ello, buscaremos una serifa de aspecto moderno y de aires clásicos: elegimos la Chronicle Roman, una romana de estilo clásico que aporta fuerza, es rotunda y de trazo elegante.
  • Buscaremos una tipografía para las titulaciones principales que funcione bien en cuerpos grandes y que aporte personalidad a la publicación. Dado que nuestra revista busca ser un producto elegante, intentaremos encontrar una tipografía de líneas estilizadas que nos dé juego a la hora de construir títulos de estilo refinado. Nuestra apuesta es por un clásico: la Didot. Tiene una familia muy amplia, de hecho cuenta con 7 versiones diferentes adaptadas al tamaño al que vayan a ser usadas, por lo que nos permitirá ser flexibles, sin perder coherencia. Sus posibilidades son muchas, así que apostamos por su versatilidad. Debemos ser cuidadosos en su uso, porque puede aportar un aire demasiado clásico al diseño. Sin embargo, su estilo sobrio y su versatilidad a grandes tamaños nos pueden dar buenos resultados, sobre todo si jugamos de manera creativa con ella.
  • Necesitaremos también una tipografía sans serif, de trazo contundente, que nos aporte dinamismo en el diseño. Nos servirá para llamadas de atención. Queremos que contraste de manera adecuada con titulares y cuerpo de texto. Esta tipografía ha de ser directa y tener una familia grande para poder jugar con un amplio abanico de recursos, sin necesidad de utilizar ninguna otra. Nuestra elección es Titling Gothic, una tipografía algo rotunda que esperamos que contraste de manera adecuada con el resto. Cuenta en su familia con diferentes pesos, desde muy gruesos a ultraligeros, y tiene buena legibilidad, por lo que será una buena opción para textos de tamaño pequeño.

En la imagen, podemos ver cómo se comportan las tipografías juntas. Para poder elegir, hay que probar y probar combinaciones. Jugar con los tipos puede resultar muy divertido, aunque es cierto que requiere mucho tiempo.

Hay que ver ejemplos, y ver ejemplos, y ver ejemplos, y seguir viendo ejemplos que nos educarán en lo que respecta a traducir los códigos tipográficos que se pueden encontrar en los distintos diseños.

 

Una vez tengamos la selección tipográfica hecha, estaremos preparados para empezar a componer. Existe la posibilidad de que conforme vayamos creando nuestro diseño, descubramos que alguna de las tipografías elegidas no funciona tan bien como pensábamos, por lo que en ese momento deberemos sustituirla por otra.