Proyecto II: Diseño editorial


Isabel García Fernández PID_00267223

1. Introducción al proceso de diseño editorial

1.4. Fases en la creación de un producto editorial: un ejemplo práctico

1.4.2. Puntos básicos para poder poner en marcha un encargo editorial: planteamiento e identidad de marca

1.4.2.1. La audiencia: ¿a quién va dirigida la revista?

Conocer al público al que vaya dirigida la publicación nos ayudará a definir el tipo de recursos más adecuados para nuestro diseño. Si la revista va dirigida a un público adulto, culto y con un interés en profundizar en el tema en cuestión, será más adecuado utilizar recursos que den riqueza informativa, debemos contemplar que haya mucha información en las páginas y los elementos estéticos han de ser serios y elegantes porque buscamos credibilidad.

Si nuestra revista estuviera enfocada a captar a un público adolescente, con pocos recursos o con unos intereses más superficiales, los recursos deberán ser más informales; el diseño, más ágil para atraer la atención; y la información debe estar presentada de manera más directa.

Ejemplos de portada y contenido de la revista Cuore, destinada a un público joven.

Ejemplos de portada y contenido de la revista Woman, destinada a un público más adulto.

1.4.2.2. La gama

En el mundo editorial, se utiliza la palabra gama para definir lo más o menos popular que puede ser un producto, entendiendo por gama baja lo vulgar, y gama alta, lo más elevado (desde opulento a intelectual). En general, no acostumbra a haber muchos grados y casi todas las revistas suelen dividirse en baja, media o alta gama.

  • La gama baja: es un producto barato, destinado a un público de clase y nivel cultural medio-bajo. El tipo de diseño es simple, muy efectista, en el que los elementos se ordenan de forma sencilla. Los titulares son grandes y claros, los textos han de entenderse fácilmente y se tienen que usar recursos que ayuden a la compresión.

«El público está más acostumbrado al mal diseño que al buen diseño. Está, de hecho, condicionado para preferir el mal diseño, porque convive con él» (Paul Rand).

Ejemplo de revista de portada e interior de revista gama baja: Pronto, uno de los productos editoriales más vendidos en nuestro país, con una tirada media que roza el millón de ejemplares.

  • La gama alta y media: la gama alta es la que define un producto de lujo en el que la estética predomina por encima de todo, y los recursos de estilo han de estar acordes a la temática, a la marca del producto. Suelen ser productos muy cuidados, elegantes, dirigidos a un público más entendido, de clase media-alta y cuya finalidad principal es captar publicidad de anunciantes más exquisitos, que están dispuestos a pagar tarifas más elevadas. Lo más habitual es encontrar productos que, pese a mantenerse en una gama elevada, son más terrenales y tienen la capacidad de cambiar de registro en función de sus temas, con diseños versátiles y atrayentes. Se debaten entre una estética refinada, consiguiendo en ocasiones composiciones interesantísimas con la funcionalidad de lo popular.

Ejemplos de revistas que se mueven en una gama media-alta son Smoda o AD y Fotogramas, que estaría en una gama media.

Conocer en qué gama quiere moverse el cliente con el producto que tenemos que diseñar nos dará la clave a la hora de tomar decisiones en el diseño de nuestro proyecto. La gama también determinará la calidad de los materiales para usar: de un papel más pobre a uno satinado de más gramaje, barnices o tintas especiales, etc.

Es interesante el ejercicio de visualizar en qué lugar de la línea que determina la gama se encuentran las revistas del quiosco.

Nuestro cliente nos cuenta que quiere un producto de gama media porque desea llegar a un público bastante variado, que sea práctico y asequible, pero estéticamente le gustaría una revista elegante que pudiera dar cabida a anunciantes de gamas superiores.

1.4.2.3. Tipo de reportajes

Conseguir alguna información específica acerca del contenido de la revista nos servirá de gran ayuda. Al menos, se le ha de pedir al cliente que defina a grandes rasgos qué tipo de contenidos está interesado en incluir. Nosotros llevaremos a cabo «el proyecto», así que tendremos libertad para proponer cosas. Un buen diseñador también se implica en los contenidos, porque conocer lo que se quiere contar nos ayuda a resolverlo gráficamente de manera eficaz.

Durante el briefing el cliente no nos da ningún tema concreto, pero nos cuenta que el contenido de la revista debe girar en torno a un reportaje principal (el reportaje de portada), que será una ruta o lo que él denomina «gran viaje». Contará con muchas páginas e información práctica, y comenta la posibilidad de que se pueda incluir algún mapa o recurso infográfico. También menciona que en cada número se ha de incluir una entrevista a un personaje famoso, y que le gustaría que contara con algunos reportajes más breves, relacionados con viajar o con las ciudades que son destino de la línea aérea. Menciona que le interesa alguna sección que plantee algún tipo de interacción con el lector (pone como ejemplo una sección en la que los lectores recomienden lugares para visitar). También comenta que estaría muy interesado en que hubiera en cada número un reportaje de moda, porque quiere que los anunciantes de este sector se interesen en la publicación. Notamos que hace especial hincapié en que las imágenes han de ser de calidad. Nuestro cliente pone fin a la reunión con una frase: «quiero una revista que me sorprenda».

A veces, lo más complicado de un diseño es contar con toda la información necesaria por parte de todos los implicados, para poder trabajar de manera efectiva y enfocada en un objetivo.

El resumen de toda la información que hemos recopilado, y que nos permitirá comenzar a trabajar, es el siguiente: vamos a diseñar un proyecto de revista corporativa para una línea aérea, con contenidos generalistas, reportajes de viajes, actualidad e información útil de las ciudades a las que viaja la compañía. Las imágenes han de ser espectaculares y de calidad. El producto aspira a ser de gama media-alta, destinado a un público de clase media-alta que tiene interés en viajar y conocer lugares del mundo.

Manos a la obra.